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Hasta hace muy poco tiempo, el poliestireno expandido (EPS) era el material aislante
que más se utilizaba en los sistemas S.A.T.E. Se trata de un aislante térmico
económico con una relación precio más evidente para la construcción de bloques de
viviendas pero que sufre de muchas patologías. Y en el otro extremo quedaban
alternativas que aportan prestaciones muy superiores y más sostenibles, como
la lana de roca.
Afortunadamente cada día más se está apostando por sistemas S.A.T.E de calidad con materiales más sostenibles y altamente transpirables que ofrecen prestaciones muy superiores a los sistemas S.A.T.E sintéticos.
¿En qué consiste la lana de roca?
Si tuviéramos que definir en qué consiste el SATE natural de lana de roca, hablaríamos de una optimización global a todos los niveles. ¿Por qué? Básicamente, porque garantiza a los constructores y a las empresas de reformas un comportamiento contra incendios robusto y unas prestaciones térmicas y acústicas muy elevadas.
A primera vista, la lana de roca nos impacta por su aspecto fibroso, el cual está reforzado gracias al basalto. Este material aislante que proviene de piedra de origen volcánico, se hila en fibras de manera que aísla mejor a nivel térmico y a nivel acústico.
“La lana de roca garantiza a los constructores y empresas de reformas el uso de un material con mayores prestaciones y protección antiincendios”
Su aplicación en fachadas SATE se hace cada vez más evidente. Ante el equilibrio presupuestario que se ha obtenido en los últimos meses, los constructores optan por instalar los paneles de lana de roca, anclándolos en el exterior de las fachadas.
Los beneficios de apostar por un SATE natural
La construcción de un edificio tiene como objetivo final el confort de las personas que lo van acabar habitando. Se trata de hacer un ejercicio de proyección hacia el futuro. En ese horizonte vislumbramos necesidades como los mencionados aislamientos térmicos y acústicos, pero también confort, seguridad, durabilidad y una ausencia total de problemas.
Estas son las principales ventajas de apostar por AbrigaNature y el sistema SATE con lana de roca son las siguientes.
Aislamiento térmico y acústico
La lana de roca es un material cuya propiedad aislante roza la excelencia. Este sistema SATE proporciona a los edificios un mejor mantenimiento de la temperatura interior. Es decir, calidez en invierno y frescor en verano. Y, por supuesto, reduce a la mínima expresión la contaminación acústica y los ruidos externos.
Reduce la aparición de humedades y ofrece alta transpirabilidad
Uno de los mayores problemas a la hora de enfocar una construcción o una reforma es enfrentarnos a las temidas humedades. Su aparición es sinónimo de problemas estructurales que se transforma en una incomodidad diaria para los habitantes. El SATE natural de lana de roca no absorbe agua, por lo que impide la presencia de organismos que acaban conformando las humedades (mohos, hongos…). En la misma línea, su alta permeabilidad ayuda a que no se condense el vapor de agua, mejorando su nivel de transpiración.
Mayor durabilidad
La durabilidad de la lana de roca es mayor que el de otros materiales presentes en los sistemas SATE. No se degradan con el paso del tiempo, garantizando que todas las prestaciones duren décadas.
Fácil de mantener
El sistema natural con lana de roca no necesita mantenimientos especiales. Una cualidad primordial a la hora de decantarse por este tipo de SATE. Practicidad y comodidad se dan de la mano.
Un extra de versatilidad
La lana de roca es un material que, además de natural, destaca por lo versátil. Aplicado en sistemas SATE, garantiza los mismos resultados en cualquier clase de edificio, construcción o reforma.
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