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¿Qué características tienen las fachadas ventiladas?
Las fachadas ventiladas se componen de una estructura que incluye una pared exterior, una cámara de aire y una pared interior.
Empezando por la pared exterior, podemos observar que está compuesta de un revestimiento que puede estar hecho de diferentes materiales: cerámica, piedra, vidrio, metal...
En segundo lugar, la cámara de aire es la encargada de permitir la libre circulación del aire, además de actuar como un efectivo aislante térmico. Por último, encontramos la pared interior. Es decir, la que da al interior del edificio.
Este sistema formado por los elementos anteriores es ideal para zonas con climas extremos, ya que permite mantener una temperatura constante en el interior del edificio. Además, gracias a la circulación del aire, evita la acumulación de humedad y previene la formación de moho y otros hongos.
Las fachadas ventiladas también son una excelente opción para aquellos edificios que se encuentran en zonas con alta contaminación acústica, ya que también actúan como aislante acústico.
Además de la calidad de vida que puede aportar a las construcciones, en Abriganature también apostamos por las fachadas ventiladas porque representan una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente, ya que su sistema de aislamiento térmico reduce significativamente el consumo de energía.
Al reducir el consumo de energía en la climatización del edificio, las fachadas ventiladas permiten un ahorro en la factura de la luz, y contribuyen a la reducción de emisiones de CO2.
4 ventajas que aportan las fachadas ventiladas
De los muchos beneficios que pueden otorgar las fachadas ventiladas a una construcción más eficiente y sostenible de diferentes tipos de edificios, en Abriga Nature hemos querido destacar las siguientes.
1. Aislamiento térmico
La cámara de aire entre las paredes exteriores e interiores actúa como aislante térmico, lo que permite un ahorro energético significativo en la climatización del edificio. El sistema de fachadas ventiladas permite mantener una temperatura constante en el interior del edificio, independientemente de las condiciones climáticas exteriores.
En definitiva, ayuda a reducir del consumo de energía mientras que también incrementa la calidad de vida de los habitantes.
2. Aislamiento acústico
La doble pared que forman las fachadas ventiladas supone un excelente aislante acústico, reduciendo por tanto el ruido exterior.
Este aislamiento acústico es especialmente importante en zonas urbanas, donde el ruido del tráfico y, en general, la vida de las grandes ciudades conforman bullicios en forma de ruidos molestos.
3. Ahorro energético
Al reducir el consumo de energía en la climatización del edificio, las fachadas ventiladas permiten un ahorro en la factura de la luz. Además, este ahorro energético contribuye a la reducción de emisiones de CO2 y a la sostenibilidad del edificio.
4. Mayor durabilidad
El sistema de fachadas ventiladas es altamente resistente a los cambios climáticos, lo que permite una mayor durabilidad del edificio. De esta manera, el mantenimiento de las fachadas ventiladas es mínimo, reduciendo costos y mantenimientos con el paso del tiempo.